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El Voluntariado Ambiental Cultivando Biodiversidad 

El Voluntariado Ambiental Cultivando Biodiversidad emerge en el año 2023 como una propuesta para visibilizar el trasegar histórico de resistencia por permanencia en el territorio de los habitantes de la Vereda Fátima y contribuir al fortalecimiento de sus proyectos para la constitución de una eco-vereda regida bajo los principios de la permacultura.

La semilla del voluntariado fue puesta por los abuelos de la comunidad y los anteriores voluntarios que encontraron en las montañas una ventana de esperanza ante una ciudad voraz y desigual. El voluntariado nace de la alianza entre la Asociación de Pioneros Ambientales de la Vereda Fátima (PAVF), el colectivo Unidad Ancestral Renacer Andino (UARA) y la Cooperativa Multiactiva de Gestión y Estudios Ambientales (GEA-CM) y se nutre de colectividades e individuos que se movilizan desde la voluntad para aportar en las diferentes líneas de trabajo que se proyectan: Arte y Cultura; Comunicaciones; Bosque Protector Productor, Bienestar Físico y Espiritual; Agrotecnología; Zootecnología; Bioconstrucción y Gestión Popular. 

En el primer ciclo del voluntariado, a lo largo de cuatro meses, los voluntarios se encontraron cada ocho o quince días para aportar desde su experiencia a la construcción de huertas agroecológicas, cartografías sociales, talleres de formación en artes gráficas y visuales, conversatorios sobre la habitabilidad en los cerros orientales, caminatas ecológicas y ollas comunitarias. Articulando sus conocimientos a las necesidades de la vereda y poniéndolos en diálogo con los saberes de la comunidad, así cada espacio estuvo caracterizado por la escucha mutua y el trabajo colaborativo, haciendo de las sesiones de intervención un continuo proceso de aprendizaje.
La mayoría de los voluntarios de este primer ciclo fueron habitantes de la vereda, jóvenes y estudiantes de distintas disciplinas lo que hizo que cada ejercicio fuera nutrido desde perspectivas divergentes y permitió tener un horizonte más amplio en cada actividad planteada. Además, se contó con la participación de pasantes, profesionales de distintas áreas de conocimiento y liderazgos comunitarios del centro oriente bogotano.

Para materializar las proyecciones y aprovechar lo alcanzado en el primer ciclo, se busca hacer de la Vereda Fátima un espacio de investigación continua que le permita a cualquier persona encontrar en la falda del cerro Guadalupe un aula ambiental en donde construir conocimiento colectivamente. En donde se pueda aprender desde a cómo cultivar alimentos con los saberes ancestrales de las comunidades campesinas y libres de agrotóxicos hasta implementar propuestas investigativas encaminadas a dignificar cada rincón de los cerros orientales de Bogotá. Como es evidente, el voluntariado es ambicioso en sus proyecciones, de ahí que se piense como un proceso continuo que logre consolidar grupos de trabajo independiente con capacidad de articularse a partir de objetivos comunes. Por el momento, las motivaciones/objetivos del voluntariado se podrían resumir en la búsqueda de fortalecer los procesos de permacultura que se vienen adelantando en la vereda en miras de consolidar proyectos continuos de restauración ecológica y visibilizar el trasegar histórico de la comunidad que habita el territorio.

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